martes, 6 de julio de 2010

La producción artística de Paola Marín, indaga en esta serie,
la reflexión poética y la experimentación técnica de un elemento,
que por sus reconocibles connotaciones culturales,
depierta en el espectador los sentidos y emociones que el vino
históricamente provoca.
Sus imágenes así tratadas, evocan el "espíritu", el aroma
y el color del vino chileno en sus distintas cepas.
A nivel de analogías metafóricas, trabaja fragmentos de mujer, miradas sugerentes,
utilizando las variedades y contrastes tonales del rojo púrpura
del vino esparcido sobre la tela.
Esta variedad monocroma, aparentemente simple, austera, es hábilmente utilizada
por la pintora radicada en Pucón, sus trabajos alcanzan una fuerte carga expresiva en la sugerencia de formas y emociones.
Elude lo rotundo, lo obvio, y opta por mostrar la fantasía subjetiva que el tema despierta en el ámbito de lo privado, lo lúdico e inmaginario.
¿ De qué nos habla Paola en esta serie ?
Su praxis es la experimentación, una búsqueda concreta en relación con un elemento específico, el vino como materia plástica.
desde ese significante nos traslada a un significado mayor,
su comprensión de vino como objeto presente en culturas milenarias,
lo lúdico que subyace tras su textura y color, para llegar finalmente
a un tercer recorrido, la metáfora, la alegoría de sensualidades reprimidas,
emergiendo entre pinceladas y chorreados de rojo vivo,
como liquido derramado desde alguna copa en cualquier mantel.
Patricia Vasquez Medel
Pucón 2009

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